jueves, 6 de diciembre de 2007

Yo creí...

Por casualidad o no he encontrado algo en Internet que me gustó mucho y quiero compartirlo con Ustedes, el autor realmente lo desconozco...
Mientras que aquí las personas denominan “virtual” a cualquier sentimiento, yo siempre creí que todos los sentimientos eran reales.

Nunca logré sentir algo únicamente mientras me encontraba “en línea” y después salir de esa relación como se sale en “sin conexión”.

Yo creí en todo lo que sentí y oí. Yo creí en todo lo que me fue prometido.

Yo creí de la misma manera en que las personas creen en otras cuando están frente a frente.

Yo creí que mis deseos comunes y naturales iban a realizarse.

Yo creí en la boca que hablaba y en los dedos que escribían lindas palabras para mi.

Yo creí en todo momento que existía una sintonía especial, yo hasta creí en las “mentiras sinceras”, porque así las cosas podrían ser más humanizadas ... menos difíciles.

Yo creí que las personas cambian, que el carácter se modifica, que nos necesitamos demasiado para saber vivir en la verdad y con honestidad.

Yo creí que solo bastaba con hablar con el corazón y dejar que los dedos escribieran libremente.

Yo creí y no recelé hasta el momento en que me di cuenta de que solamente “yo” había hecho mi “realidad” de la “virtualidad” que aquí impera.

Yo creí hasta que comprendí que hay algunas personas que apagan la máquina y se apagan con ella o simplemente “bloquean” algún nombre cuando ya no sienten deseos de mentir más.

Tan simple como accionar el control remoto... demasiado simple para quien no advierte que detrás de la máquina hay personas con sentimientos, deseos y nostalgias.

Parece complicado para estas personas entender que cuando se apaga el monitor, el sonido y todos los recursos existentes para estar “en línea” no hay forma de “apagar” a la persona que está del otro lado.

No se apagan los sentimientos no se colocan en “ausente” cariños, caricias y sonrisas.

No se eliminan placeres, alegrías e intercambios como si fueran un virus.

No se borran de la memoria detalles de un amor puro.

Nuestra memoria no se formatea.

Yo creí... y hoy llevo mis sentimientos en la memoria, en el alma y dentro de mi corazón, hecho de músculos, venas y sangre que circula bombeando vida y todavía tengo un poquito de esperanza en que del otro lado exista alguien semejante y no solo cables conectados a una computadora enviando cualquier cosa hacia cualquier lugar.

Yo creí... sinceramente, yo creí...
No olvidemos nunca que detrás de cada pantalla de ordenador existen personas con sentimientos reales, no juguemos con ellas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también creí y creo. ¿Somos por eso soñadores?, ¿quién es más iluso, nosotros que soñamos y sentimos o los que piensan que la realidad son los telediarios?

Anónimo dijo...

Hola caminante sin camino!
Quizá seamos soñadores. Yo no puedo dejar de sonñar y creer ya que sin este condimento la vida sería muy aburrida.
Que te puedo decir: Nunca dejes de soñar!
No somos los únicos hay muchos más como nosotros.

Anónimo dijo...

yo tambien crei en tontas palabaras escritas por una mente y dedos mentiroso